El sexto sello en el libro de Apocalipsis será abierto justo antes de los últimos 3,5 años de esta era. Es la última llamada de atención de Dios, antes de que llegue el gran día de Su ira.
Para situarnos en el tiempo, veamos de nuevo el siguiente gráfico:
¿Qué ocurre en el 6º sello?
Leamos sobre esto en el capítulo 6 de Apocalipsis:
Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda [como un saco de pelo de cabra], y toda la luna se volvió como sangre, y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento. Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar. (Ap. 6:12-14)
La reacción de la gente
Cuando los elementos de la tierra se agitan así, la gente se da cuenta, de que sólo son polvo.
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y quién podrá sostenerse en pie? (Ap. 6:15-17)
Hoy más que nunca están siendo absorbidos por ellos mismos y por sus capacidades intelectuales. Confían en el progreso de la tecnología, la educación y la cultura y piensan que nada puede detenerlos o hacerlos tambalear. Esto los lleva a pensar, que no necesitan a Dios. Mucha gente hoy en día incluso reniega de Su existencia. Pero si ocurre algo inesperado en sus vidas o una catástrofe, empiezan a gritar. Se dan cuenta de que ya no pueden oponerse a la omnipotencia de Dios.
Arrepiéntete hoy y mantén un corazón arrepentido
Es más inteligente, volverse hoy a Dios. Todo el mundo debería hacerse esta pregunta: ¿Podré prevalecer delante de la presencia de Dios? ¿Ante Su santidad y justicia?
Como se disipa el humo, disípalos; como la cera se derrite delante del fuego, así perezcan los impíos delante de Dios. (Salmo 68:2)
Hoy es el día apropiado, para poner en orden las cosas con Dios. Dios todavía nos da oportunidades, para arrepentirnos. ¡No lo dejes para más tarde! Cada vez que lo posponemos, nuestro corazón se endurece. Al final el corazón se endurece tanto que ya no es posible el arrepentimiento; como con la gente en el momento del sexto sello.
Todo esto lo hizo Mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser — declara el SEÑOR. Pero a este miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante Mi Palabra. (Isaías 66:2)