La Unción del Santo

Es la última hora

Cuanto más abrimos la Biblia hacia el final, con más insistencia escriben los apóstoles sobre la inminente venida del Señor. El apóstol Pedro escribió que vivimos en los últimos días „Ante todo, sabed esto: que en los últimos días vendrán burladores, con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones,“ (2 Pedro 3:3). El apóstol Juan dice incluso más tarde:

Hijitos, es la última hora,

1Juan 2:18a

Cómo reconocemos que es la última hora

Pero Juan no sólo escribe que el Señor está muy cerca, sino que también muestra, cómo podemos reconocer Su venida:

… y así como oísteis que el Anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que es la última hora.

1Juan 2:18b

De ellos salieron muchos anticristos, que tratan de desviar a los creyentes. Cuanto más se acerque la venida del Señor, más anticristos aparecerán. Y de hecho es el caso hoy, y no sólo en el entorno „del mundo“. Incluso si observamos el panorama cristiano, vemos innumerables orientaciones y doctrinas diferentes. ¿Cómo podemos distinguir lo que procede realmente del Señor y lo que sólo nos lleva por mal camino? Juan nos da la respuesta en los siguientes versículos.

Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis.

1Juan 2:20

Y  en  cuanto  a  vosotros,  la unción  que  recibisteis  de  Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os  enseñe;  pero,  así  como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en Él.

1Juan 2:27

La unción nos enseña todo y nos da discernimiento

Juan nos muestra la única manera de ver, a través del engaño de los anticristos: Hemos recibido la unción del Santo. Esta unción es el Espíritu Santo. El Señor nos ha dado el Espíritu Santo, que nos enseña todo y nos guía a toda la verdad „Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir.“ (Juan 16:13). Juan quiere dejárnoslo claro: No es a través de muchos predicadores diferentes, no es a través de comentarios bíblicos, no es a través de videos de YouTube que se nos impide ir por mal camino, sino sólo escuchando al Espíritu Santo.

¿Por qué Juan no escribe simplemente que es el Espíritu Santo quien nos enseña todo? ¿Por qué lo llama „unción“? Encontramos esta palabra en el Nuevo Testamento, sólo aquí en la primera Carta de Juan. El término proviene del Antiguo Testamento, donde podemos leer acerca de la unción.

La unción de los sacerdotes

Y ungirás a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes.

Éxodo 30:30

… y  los ungirás [a los hijos de Aarón], como ungiste a su  padre,  para  que  me sirvan como sacerdotes; y su unción les  servirá   para   sacerdocio   perpetuo   por   todas   sus generaciones.

Éxodo 40:15

En la época del Antiguo Pacto, los sacerdotes eran ungidos con el aceite de la santa unción al comienzo de su ministerio. La unción significaba que en adelante ya no vivían para sí mismos, sino que estaban enteramente apartados para el servicio de Dios en Su morada. Por ejemplo, si nos fijamos en Aarón, el primer sumo sacerdote, vemos que antes de ser ungido todavía hacía muchas cosas por su cuenta „Y Aarón respondió: No se encienda la ira de mi señor; tú conoces al pueblo, que es propenso al mal. Porque me dijeron: «Haznos un dios que vaya delante de nosotros; pues no sabemos qué le haya acontecido a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto». Y yo les dije: «El que tenga oro, que se lo quite». Y me lo dieron, y lo eché al fuego y salió este becerro.“ (Éxodo 32:22-24). Pero después de su unción, fue consagrado a Dios y ya no era tan libre de hacer su propia voluntad. También para nosotros, la unción significa, que ahora pertenecemos a Dios y debemos servirle como sacerdotes.

Los ingredientes de la unción

En aquella época, se hacía un aceite de unción muy especial para la unción de los sacerdotes y de la casa de Dios, que a nadie se le permitía usar de la misma manera para otros fines. Habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:

Toma  también  de  las especias más finas:  de mirra fluida, quinientos siclos; de canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta siclos; y de caña aromática, doscientos cincuenta; de casia, quinientos siclos, conforme al siclo del santuario, y un  hin  de  aceite  de  oliva.  Y  harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.

Éxodo 30:23-25

La base del aceite de la unción era aceite de oliva, imagen del Espíritu Santo. Pero a esto se le añadieron aún, especias exquisitas y aromáticas. Estas especias simbolizan aspectos de la obra completa de Cristo en la tierra „Pero Él decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.“ (Juan 7:39): Su vida humana perfecta, Su disposición al sufrimiento, Su muerte en la cruz, Su resurrección y Su ascensión. Así que con la unción recibimos toda la esencia de Cristo.

La unción obra a Cristo en nosotros

La unción es como un ungüento: Obra la esencia del Ungido, Cristo, en nosotros. Así como una pomada introduce los ingredientes en nosotros, cuando la aplicamos en nuestra piel, así también Cristo opera en nuestro interior, cuando permitimos que la unción trabaje en nosotros. El Señor quiere „untarnos“ con la unción hasta que Su esencia haya obrado en nosotros.

Así que el Señor no sólo se preocupa en mostrarnos, quiénes son los anticristos, a través de la unción. Más bien, Cristo debe tomar forma en nosotros a través de la unción. A medida que Cristo va creciendo en nosotros, aprenderemos a discernir cada vez más. La unción no nos enseña como un maestro en la escuela, que simplemente les dice a los estudiantes qué hacer. La unción, en cambio, nos da la fuerza y la vida para poner en práctica lo que nos dice. Por eso Juan escribe en este contexto:

Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna.

1Juan 2:25

En el versículo 27, Juan continúa escribiendo y diciendo que la unción es verdadera, es decir, llena de realidad. No sólo nos da instrucciones, sino que nos trae el suministro pleno en Cristo, para hacer Su voluntad. Por eso Isaías 11:2 dice que es el Espíritu de consejo y poder „Y reposará sobre Él el Espíritu del SEÑOR, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR.

A menudo escuchamos el hablar del Espíritu e incluso vamos y lo ponemos en práctica. Pero no lo hacemos por el Señor, sino por nosotros mismos. Eso no tiene ningún valor para Dios. Por eso, la unción quiere enseñarnos no sólo a conocer la voluntad de Dios, sino a hacerlo todo en Él y por Él.