Los así llamados cuatro jinetes de Apocalipsis (en Apocalipsis 6) contienen toda la historia mundial de los últimos 2000 años. Montan cuatro caballos de diferentes colores, en una carrera de caballos. Su carrera comenzó en Pentecostés, en Hechos capítulo 2, cuando Jesucristo ascendió al trono de Dios y Dios derramó el Espíritu Santo. La carrera terminará en la segunda venida de Cristo.
¿Qué se supone que nos debe decir esta carrera de caballos hoy? Dios, en Su inconmensurable sabiduría, nos muestra hacia dónde debemos dirigir nuestra vida los seres humanos o – en otras palabras – sobre qué caballo debemos apostar. Si apostamos por el caballo equivocado, tendrá graves consecuencias, para nuestra vida y nuestro futuro. Tenemos cuatro opciones: blanco, rojo ardiente, negro o amarillento. ¿Qué elegimos?
El caballo blanco
El caballo blanco sale venciendo y para vencer (Apocalipsis 6:2). El color blanco tiene un significado positivo en todo el libro de Apocalipsis. En el mismo capítulo, los mártires fieles reciben de Dios vestiduras blancas como recompensa (versículo 11). Los caballos blancos y sus jinetes también aparecen en Apocalipsis 19, versículos 11 y 14. Estos jinetes son el Cristo victorioso y Su ejército celestial. Así que el caballo blanco en Apocalipsis 6 en absoluto es negativo – no muestra al Anticristo, como muchos creyentes piensan. Más bien, el caballo blanco representa la obra victoriosa y gloriosa de Cristo en la tierra. Si invertimos hoy nuestras vidas en la obra gloriosa de Cristo, al final estaremos entre los ganadores (los vencedores).
El caballo rojo ardiente
El caballo rojo ardiente „quita la paz de la tierra“ (Apocalipsis 6:4). Este caballo muestra las guerras del mundo en los los últimos 2000 años. De hecho, la historia de la humanidad es una historia de guerras. ¡Todos los libros de historia están llenos de historia de guerras! Se tenía la esperanza, que después de la devastadora Segunda Guerra Mundial no hubiera más guerras. Pero la gente no ha aprendido nada. Hasta el día de hoy, las guerras se suceden por doquier en todas partes, entre ellas la guerra entre Rusia y Ucrania. Parece que muchas otras naciones y alianzas también quieren involucrarse en esta guerra. ¿Por qué? Porque el caballo rojo ardiente galopa especialmente rápido estos días.
El caballo negro
El caballo negro tiene que ver con el dinero (Apocalipsis 6:6). Muestra la economía en el mundo. Conocemos el color „negro“ por el „jueves negro“ y el „viernes negro“, todos ellos relacionados con el dinero y las crisis monetarias. A la guerra siempre le sigue una crisis económica. De hecho, hoy también lo estamos viendo delante de nuestros propios ojos. Nada más comenzar la guerra en Ucrania, los precios de todos los productos se dispararon. La inflación es imparable. Los ahorros de la gente valen cada día menos. Este desarrollo se justifica por la guerra. Así que ya vemos: Como el caballo rojo ardiente y el caballo negro compiten entre sí.
El caballo amarillento
El caballo amarillento es la Muerte (Apocalipsis 6:8). La Muerte viene por la espada (caballo rojo ardiente), por el hambre (caballo negro), por las plagas (enfermedades) y por los animales salvajes (accidentes de todo tipo). Al final de la guerra y de las crisis económicas, hay hambre, epidemias y finalmente la muerte. Especialmente en los últimos 2 o 3 años, el mundo entero ha tenido que hacer frente a epidemias, y no sólo a epidemias naturales. ¿Cuánto dinero supuestamente gana la industria farmacéutica en estos días con la salud humana? También el caballo negro y el amarillento corren compitiendo entre sí.
¿Por qué caballo apostamos nosotros?
Hoy nosotros tenemos la elección:
- ¿Damos nuestra vida por la obra gloriosa y victoriosa de Cristo en la tierra?
=> caballo blanco. - ¿Nos mueve el miedo a la guerra?
=> caballo rojo ardiente. - ¿Invertimos en dinero, posesiones y carreras?
=> caballo negro. - ¿Estamos siendo dominados por el miedo a la enfermedad y a la muerte?
=> caballo amarillento.
Recordemos que: El ganador de la carrera de caballos ya ha sido determinado. El caballo blanco ganará. Si ya sabemos hoy quién va a ganar, ¿por qué deberíamos aún invertir en cualquier otra cosa en este mundo? Ya no nos queda mucho tiempo: Jesucristo regresará pronto. Si invertimos en rojo ardiente, negro o amarillento, cosecharemos la perdición.
Sin embargo, hay una salida: Si invertimos en la obra victoriosa de Cristo en la tierra hoy, seremos librados de la ira de Dios y recibiremos una recompensa gloriosa.
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1.Juan 2:17