Santiago nos muestra que nuestra fe en Dios debe ser probada a través de muchas pruebas. Estas pruebas pueden ser circunstancias personales – por ejemplo, enfermedad o problemas en la familia y en el trabajo. Pero la situación mundial es también una prueba para nosotros los creyentes, en este tipo de prueba, también debemos aprender a confiar en Dios. Jesús dijo:
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo
Juan 16:33
La situación mundial se encuentra en una espiral descendente. Día a día, la corrupción aumenta por todas partes. La gente está siendo esclavizada por sus gobiernos, sus ahorros están siendo devorados por la inflación y son mantenidos en el terror y el miedo por las noticias diarias que se producen en los medios de comunicación. Externamente, hay muchas razones para desesperarse. Pero los hijos de Dios todavía pueden regocijarse a pesar de todo, porque sus vidas están completamente en las manos de su Padre celestial.
En una ocasión los tres amigos de Daniel fueron arrojados al horno de fuego por el rey Nabucodonosor. Cuando el rey se acercó y miró dentro del horno, se asombró al ver que no sólo había tres personas en el horno de fuego:
¡Mirad! Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno, y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses.
Daniel 3:25
Los tres amigos no estaban solos en el fuego. ¡El mismo Dios viviente estaba con ellos! Y eso es lo que nosotros, los creyentes, también necesitamos experimentar hoy. El desarrollo de la situación mundial puede ser aterrador y cada vez peor. Pero no olvidemos que: Podemos confiar plenamente en nuestro Padre celestial. Él ya lo ha preparado todo y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios (véase Colosenses 3:3). ¡Qué lugar tan seguro! Aprendamos de los niños: En cuanto ven el peligro, se esconden detrás de sus padres. Ahí están seguros. Nuestro Padre celestial cuida de nosotros, y cuando tenemos un Padre así, podemos pasar por todo tipo de pruebas. Sabemos que ningún examen es demasiado difícil, como para que no lo aprobemos. No, Dios siempre prepara una salida, para que lo podamos soportar:
Pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
1.Corintios 10:13
El rey David también pasó por innumerables pruebas, antes de convertirse en rey. Cuando se enfrentó a Goliat, confió plenamente en el Dios vivo. David tenía confianza, porque había experimentado a menudo, que Dios le había ayudado. Y así es con nosotros: Con cada experiencia ganamos más confianza en el Dios vivo. A menudo comienza con pequeñas pruebas, en las que aprendemos a confiar en Dios. Poco a poco, los desafíos crecen – ¡pero nuestra confianza en DIOS también crece! Aprendemos a confiar en el Dios maravilloso, porque Su sabiduría es ilimitada. Echamos toda nuestra ansiedad sobre Él, porque Él se preocupa por nosotros (véase 1.Pedro 5:7).