7. Cómo preparar sacrificios espirituales – trabajando en Cristo como la Buena Tierra
En tiempos del Antiguo Pacto, el pueblo de Dios tenía que trabajar en la buena tierra, a fin de preparar las ofrendas, para la adoración. La buena tierra, era la tierra de Canaán, a la que Dios llevó a Su pueblo, después de sacarlo de Egipto y vagar por el desierto. Era una tierra extremadamente rica y fértil (véase Deuteronomio 8:10). Hoy, en el tiempo del Nuevo Pacto, Jesucristo es la realidad de la buena tierra. Pablo habló de Cristo como la porción de los santos – es decir, la herencia, la buena tierra que hemos recibido en Cristo (véase Colosenses 1:12; Hechos 26:18). Los creyentes deben tomar y andar en Cristo, como la buena tierra. Pablo dice: „Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él“ (Colosenses 2:6). Para preparar los sacriê cios espirituales, para nuestro Dios y Padre, debemos aprender a andar en Cristo cada día y a trabajar diligentemente en Él, como la buena tierra (véase 2.Pedro 1:3-11).
8. Cuál es el objetivo de la Adoración – la satisfacción de Dios y nuestra perfección
La verdadera adoración busca en primer lugar, satisfacer a Dios el Padre y hacer Su voluntad. Si el Señor consigue despertar nuestro corazón, nacerá en nosotros más y más ese deseo. En Su sabiduría, Dios usó también la verdadera adoración, para llevar a los creyentes a la perfección, a la madurez (véase Colosenses 1:28; Hebreos 6:1). Dios sabe exactamente, que este camino llevará a los creyentes a la meta. Porque al final de la Biblia, se hace referencia a los creyentes maduros como primicias, que son llevados al monte celestial de Sión, para satisfacción del Padre (véase Apocalipsis 14:4).