El Árbol de la vida: Comiendo y Bebiendo al Señor

En Juan 7:37-39 leemos: “En el último y gran Día de la Fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. El que cree en Mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en Él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.” (RV60).

“Comer” y “beber” son palabras muy comunes empleadas en toda la Biblia. ¡Necesitas tener estos conceptos grabados en tu mente, corazón y en lo más profundo de tu ser, y luego has de practicarlos! Tienes que decirle al Señor: “¡Quiero comerte y beber de Tu Espíritu!” Esto te llevará de vuelta al árbol de la vida y al agua de la vida en Génesis 2.

El comer y el beber debiera acompañarte toda tu vida cristiana. De lo contrario, te convertirás en un cristiano débil, con mucho conocimiento de la Biblia, pero sin vida. Serás un cristiano frustrado. Sí, puede que seas un creyente, pero no serás fuerte y siempre andarás derrotado. ¿Es esta la clase de cristiano que quieres ser en la casa de Dios? En la casa de Dios debe de haber mucha comida. Siempre digo que el lugar más maravilloso de una casa es la cocina. Mi esposa y yo pasamos mucho tiempo en ella. Es la parte más importante de la casa porque allí se halla la comida. ¡Así es como sobrevives, comiendo y bebiendo! Si no sabes cómo comer y beber, no es de extrañar que no seas un cristiano feliz, no puedas reír, ni sonreír; y tu rostro no resplandezca, porque estás desnutrido. Pero estando nutrido, serás feliz y resplandecerás; porque estarás satisfecho.

Hemos visto la comida al principio y a lo largo de la Biblia. Ahora, vayamos al final de ésta. Apocalipsis 2 dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice” (v. 7a, RV60) – no lo que dice la Biblia, sino lo que dice el Espíritu. Tomar una enseñanza o doctrina de la Biblia no es suficiente. Debes tener el hablar del Espíritu – debes escuchar lo que el Espíritu dice a través de Su Palabra: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de DIOS.” (Ap. 2:7, RV60). La Palabra de Dios, no dice: “Al que venza, le daré material de estudio” Sino…, Dios le dará de comer del árbol de la vida. ¿No te gusta comer? Aprende a comer del árbol de la vida.

En Apocalipsis 2:17a dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del maná escondido,” (RV60). Una vez más, ¡se menciona el comer!

En Apocalipsis 3:20 también se habla de comer: “He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (RV60). ¿Qué es lo que dice? ¿Estudiaré la Biblia con él? ¡No! Yo cenaré con él. ¿Qué tipo de comida? Alimento espiritual. El Señor quiere prepararte una maravillosa comida espiritual. Esto es exactamente lo que el Señor quiere que hagamos. No que tengamos clases de estudios bíblicos, sino ¡una reunión para cenar con El!

¿Qué hará el Señor con los que sean arrebatados hacia Él al trono de Dios, en el libro de Apocalipsis 7? “Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida;” (Ap. 7:16-17a, RV60). ¡Alabado sea el Señor! Aquí es donde el Señor quiere guiarte – no a la escuela bíblica, sino a fuentes de aguas de vida.

¿Qué pasará con el resto de los cristianos que han vivido en el pasado y que no fueron arrebatados al trono, y la mujer que huyó al desierto en Apocalipsis 12:6? “Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por DIOS, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.” (RV60). ¿Asistirá a clases bíblicas durante 1260 días? ¡No! tiene que ir al desierto durante 3 años y medio para alimentarse, porque estaba desnutrida.

En Apocalipsis 22:1-2 Juan escribe: “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de DIOS y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.” (RV60). Aquí vemos el árbol de la vida. Sus frutos son para que los comamos y disfrutemos. Realmente espero que todos aprendamos a saborear y disfrutar todas las riquezas de Cristo y del fruto del Espíritu. Este debería ser nuestro verdadero disfrute.

Apocalipsis 22:17 dice: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” (RV60) ¿Que venga el que quiera a estudiar? No. ¡Que venga el que tenga sed, y tome del agua de la vida gratuitamente!

Apocalipsis 22:14 dice: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.” (RV60). ¿A qué tendrán derecho? ¿A estudiar y escudriñar las Escrituras? No. Tendrán derecho al árbol de la vida y podrán entrar por las puertas a la ciudad. ¡Hay que lavar, comer y edificar!

Esta es la forma de entrar a la ciudad – siendo edificados en ella. Entonces podremos cumplir el maravilloso propósito de Dios de edificar la ciudad.

¡La Biblia habla de comer y beber! ¡Come y bebe! desde el principio hasta el final, la Biblia es un libro que trata sobre comer y beber. Este libro es un menú celestial, nos prepara una comida celestial para que la comamos. Así que te deseo un buen provecho. ¡Alabado sea el Señor!