LA QUINTA TROMPETA – EL PRIMER “AY”

Apocalipsis 9 describe el tiempo del fin, exactamente los 3,5 años últimos de esta era. Este capítulo nos da una impresión, de cómo Dios juzgará esta tierra. Al mismo tiempo, deberíamos tener tal deseo, de no seguir estando en esta tierra, cuando todo esto se lleve a cabo.

El abismo se abre y los demonios salen

Al comienzo del capítulo vemos cómo se abre el pozo del abismo (ávyssos [άβυσσος] en griego). Los demonios llevan miles de años encerrados en este lugar bajo tierra. Cuando los ángeles pecaron y se rebelaron contra Dios, Dios los encarceló en las profundidades y cerró el abismo sobre ellos. Llevan mucho tiempo esperando ahí para salir.

Dios podría haberlos destruido inmediatamente, pero los reservó para el día de Su juicio (2 Pedro 2:4; Judas 1:6). Esto también lo vemos en un incidente en los Evangelios: Jesús se encontró con una persona poseída llamada Legión, en el que moraban muchos demonios. Estos gritaron y le dijeron:

Y gritaron, diciendo: ¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo? (Mateo 8:29)

Y más tarde:    „Y le rogaban que no les ordenara irse al abismo. (Lucas 8:31)

Estos versículos nos muestran que incluso los demonios temen el terror del abismo y por eso le pidieron a Jesús que más bien los enviara a una piara de cerdos (Mr. 5:1-20). ¡Qué terrible será cuando estos demonios salgan del abismo al sonido de la quinta trompeta!

El Anticristo como líder de los demonios

   „Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo (Apocalipsis 9:11)

Los demonios, que suben y salen del abismo en Apocalipsis 9, tienen un rey sobre ellos – el Anticristo. Éste también ha estado encerrado en el abismo durante casi 2000 años. Esto lo veremos más adelante en los capítulos 13 y 17 de Apocalipsis.

El Anticristo sigue esperando hasta el día de hoy poder hacer su aparición en la tierra. Como líder de los demonios, es responsable de atormentar a la gente. La gente será terriblemente atormentada, pero no será posible que la gente muera durante este tiempo, aunque busquen la muerte. Incluso dice que la muerte huirá de ellos (Ap. 9:6). Se trata de un juicio por el hecho de que la gente vivió en pecado, no se arrepintió y corrompió así toda la tierra (Ap. 11:18b).

Hoy ya se está preparando la llegada del Anticristo

Ahora, uno podría pensar, que todo esto sucederá en un futuro lejano. Pero vemos, que hoy ya se está preparando la aparición del Anticristo.

En 2Tesalonicenses 2 también se habla del Anticristo. Este capítulo nos muestra, que su venida se debe a la eficacia de Satanás. Sus medios son la mentira y el engaño. Hoy en día, por ejemplo, la gente está muy influenciada por los medios de comunicación. Esto incluso va tan lejos, que la gente esperará al Anticristo de tal manera, que querrán que sea su rey y gobierne sobre ellos.

La Segunda Carta a los Tesalonicenses también nos muestra que el misterio de la iniquidad ya está en marcha. Hoy en día todavía está siendo retenido, pero en los últimos 3,5 años, el secreto ya no será un secreto: En ese momento, la iniquidad se manifestará plenamente.

Antes de que esto comience, este secreto ya de por sí, está operativo. Este es el tiempo en el que estamos viviendo hoy. La primera Carta de Juan igualmente nos dice, que el espíritu del Anticristo ya está actuando. Su influencia se está extendiendo cada vez más. Esto lo vemos hoy en todo el mundo. Algunos ejemplos de ello son, el mayor fraude electoral de todos los tiempos en Estados Unidos, y también la política mentirosa del Coronavirus. El enemigo está utilizando todo esto, para preparar a la gente para la venida del Anticristo.

Hay unos, que aún lo detienen

Al mismo tiempo, 2 Tesalonicenses 2 también nos muestra, que todavía habrá quienes detendrán este desarrollo y lo pondrá en su lugar. Estos deberían ser los cristianos. ¿Somos nosotros aquellos que detenemos la iniquidad y le ponemos freno en oración? ¿O nos da igual que el diablo pueda extenderse a nuestro alrededor sin ser obstaculizado?

La iglesia, la sal de la tierra

En el Evangelio de Mateo, Jesucristo dice que los creyentes somos la luz del mundo y la sal de la tierra. ¿Qué hace esta sal de la tierra? Por un lado, sirve para realzar el sabor. Por otro lado, detiene los gérmenes y las bacterias.

Sin embargo, si la sal se vuelve insípida, entonces ya no sirve para nada y ya no tiene ningún efecto. Se necesita algunos, que aún puedan detener la corrupción. La iglesia, como la sal de la tierra, debe tener sabor y fuerza, para poner límites a la corrupción en este mundo. Dondequiera que esté la iglesia, el diablo no puede extenderse.

Así es como fue con todos los hombres de Dios. Los apóstoles nos muestran un ejemplo en el libro de los Hechos: En aquel entonces ellos pusieron patas arriba todo el mundo impío. Dicho con total franqueza, los malvados simplemente no podían hacer lo que querían. Juan el Bautista también es un ejemplo de ello: Donde él estaba, la iniquidad no podía extenderse. Incluso los impíos, los malvados del gobierno de esa época, no pudieron hacer nada contra él, excepto matarlo.

La carne desenfrenada (sin límites) de los hombres en los últimos tiempos

Mientras la iglesia vencedora, la sal de la tierra, esté ahí, la iniquidad no podrá manifestarse plenamente. Pero cuando los vencedores sean quitados, entonces ya no habrá ninguna restricción. Entonces la carne de los hombres se manifestará por completo. Una vez que los vencedores sean arrebatados, ya no habrá forma de detener la corrupción.

Además de los demonios, el Anticristo y Satanás, la carne desenfrenada de los hombres también será plenamente visible en los últimos (3,5) tres años y medio. ¿Qué es lo peor de todo? Probablemente la carne desenfrenada y sin límites de los hombres. La gente estará llena de odio, sospechas, discordia, asesinatos, murmuraciones, robos, calumnias.

Hoy en día todavía y hasta cierto sentido, podemos vivir de forma adecuada. Son impíos y malvados, pero todavía, seguimos siendo razonablemente libres y sin perecer. Sin embargo, en los últimos (3,5) tres años y medio, la iniquidad habrá alcanzado su plena madurez.

La responsabilidad de los creyentes

Por eso, tenemos la gran responsabilidad de permanecer siendo luz. Debemos actuar en oración contra esta apostasía y levantarnos contra los principados, las potestades, los gobernantes de las tinieblas y demonios, así como contra el avance del espíritu del Anticristo. Si nadie ata al enemigo de Dios, entonces él tendrá mucha libertad.

Es como un delincuente. Si no lo encierras, terminará delinquiendo contra ti. Los delincuentes deben estar entre rejas. Por eso necesitamos a alguien que los atrape y los encadene para que no puedan salir. Este es la función de la iglesia; atar a todos los demonios y espíritus malignos, que incitan a la carne de los hombres a pecar.

El hijo varón en Apocalipsis 12

Apocalipsis 12 nos muestra una mujer, un dragón y un hijo varón. El dragón le tiene mucho miedo al hijo varón. Porque el hijo varón es arrebatado a Dios y a Su Trono. Esto desencadena, en Apocalipsis 12, una gran batalla en el cielo. Esta gran batalla propicia que, Satanás y sus ángeles sean arrojados del cielo.

La razón es que el hijo varón está ahora ahí. Donde está el hijo varón, Satanás no puede estar. Mientras el hijo varón todavía esté en la tierra, el diablo puede permanecer en el cielo. Satanás, con sus ángeles caídos, siguen ahí como gobernantes de la potestad del aire (véase Efesios 2:2; 6:11-12).

Pero cuando los vencedores sean arrebatados, entonces Satanás será arrojado a la tierra. Ese es el efecto, del que aún lo detiene. El dragón, que representa a Satanás, no prevalece con sus ángeles. Allí donde está el testimonio de la iglesia, el diablo no puede permanecer. Mientras la iglesia esté en la tierra, tiene que detener al enemigo en oración, luchando juntos en unidad con el Señor.