El 8 de abril de 2024, un eclipse solar total atravesó Estados Unidos. Mientras los medios de comunicación tachan este gran acontecimiento como „totalmente explicable por la ciencia“ y mantienen así a la gente en un profundo sueño, la Palabra de Dios nos dice de qué se trata en realidad:

„El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el Día del Señor, Grande y Glorioso.„ (Hechos 2:20).

Por supuesto, que un eclipse solar puede explicarse científicamente. Pero no se trata de eso. Es más bien una advertencia de Dios a la humanidad.

    Sabemos por Génesis 1:14 que desde el principio Dios puso lumbreras en el cielo como señal. La palabra hebrea para señal („אות“) significa señal o advertencia. Es como en el tráfico por carretera: la señal de advertencia siempre aparece antes de la zona de peligro, ¡no después! Del mismo modo, Dios coloca „señales de advertencia“ en el cielo, para que la gente preste atención y regrese a Dios.

 

Poco después de la advertencia de Dios viene el juicio – el Día grande y glorioso del Señor. De ahí que, no debamos dejar pasar más tiempo.

Advertencias de Dios en el pasado: Eclipse solar

Cada vez que Dios ejecutaba Su juicio en el pasado, lo anunciaba con antelación mediante un eclipse solar, entre otras cosas. He aquí tres ejemplos de la advertencia de Dios a la humanidad de aquel tiempo:

Juicio sobre Egipto

El profeta Ezequiel declara el juicio de Dios sobre el Faraón y la tierra de Egipto:

    „Cuando te hayas extinguido, cubriré los cielos y oscureceré sus estrellas; cubriré el sol de nubes, y la luna no dará su luz. Todos los astros brillantes del cielo oscureceré por causa tuya, y pondré tinieblas sobre tu tierra — declara el Señor DIOS.„ (Ezequiel 32:7-8).

Juicio sobre Babilonia

El profeta Isaías proclama así el juicio de Dios sobre Babilonia:

   „Pues las estrellas del cielo y sus constelaciones no destellarán su luz; se oscurecerá el sol al salir, y la luna no irradiará su luz. Castigaré al mundo por su maldad y a los impíos por su iniquidad; también pondré fin a la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los despiadados.„ (Isaías 13:10-11)

Juicio sobre Nínive

El profeta Jonás fue enviado por Dios a Nínive para proclamar el juicio de Dios y el arrepentimiento a Dios (véase Libro de Jonás). Después de su predicación, toda la ciudad se arrepintió y regresó a Dios. Pero, ¿qué motivó a la gente de aquel entonces a arrepentirse?

El profeta Amós fue contemporáneo de Jonás. Ambos profetas profetizaron en la época del rey Jeroboam II, que reinó en Israel del 786 al 746 a.C. Así lo demuestran los pasajes 2 Reyes 14:25 y Amós 1:1. Amós habla de un eclipse solar en los capítulos 5:8 y 8:9:

„Y sucederá que en aquel día —declara el Señor DIOS— Yo haré que el sol se ponga al mediodía y que la tierra en pleno día se oscurezca. Entonces cambiaré vuestras fiestas en llanto y todos vuestros cantos en lamento; pondré cilicio sobre todo lomo y calvicie sobre toda cabeza; haré que sea como duelo por hijo único, y su fin, como día de amargura.„ (Amós 8:9-10)

La Crónica Asiria también informa de un eclipse solar sobre la capital de Asiria, que era Nínive. Este eclipse solar tuvo lugar el 15 de junio de 763 a.C., exactamente en la época de Jonás. Por eso es comprensible que los hombres de Nínive se volvieran a Dios. La predicación de Jonás fue acompañada por un eclipse solar en el cielo de Nínive. ¡Qué pedazo de señal!

Una señal para nosotros hoy: la apertura del 6º sello está próxima

El eclipse solar sobre EE.UU. del 8 de abril del 2024 fue especial. Junto con el eclipse solar de 2017 – hace 7 años –, ambas trayectorias de sombra juntas forman una „X“ sobre EEUU. Dios ha marcado a la nación más poderosa de la tierra – y, por lo tanto, al mundo entero – para el juicio.

No pasará mucho tiempo antes de que Jesucristo abra el sexto sello – de nuevo acompañado de poderosas señales en los cielos (véase Apocalipsis 6:12-17). Este es el comienzo del juicio de Dios sobre la tierra. ¡Que estemos preparados para ello!