El capítulo 4 de Apocalipsis nos muestra una visión maravillosa: „En el trono Uno sentado“ (Ap. 4:2). Muchas personas piensan, que están sentadas en el trono más elevado. Pero han olvidado, que en el trono se sienta, nuestro maravilloso Dios vivo.
Esta es una exclamación de victoria: „En el trono Uno sentado„.
Nuestro gobierno no es lo suficientemente elevado. Incluso el gobierno de los Estados Unidos tampoco es lo suficientemente elevado. Las personas que están entronizadas en esta tierra no son lo suficientemente elevadas. Cada vez, que escuchemos las noticias, tenemos que recordar, que hay Uno sentado en el trono. Si Dios no lo permite, entonces no sucede.
Los cuatro seres vivientes están delante del trono y los 24 ancianos están adorando a Dios. Si vemos un Dios así en el trono, como se describe aquí en el capítulo 4, entonces no nos inquietaremos tanto, ni estaremos perturbados por lo que esté sucediendo momentáneamente en este mundo.
Es muy impresionante esta descripción del trono de Dios con jaspe, cornalina, esmeralda, lámparas de fuego ardiendo, truenos y relámpagos. ¡Menudo trono! A menudo, cuando oramos, lo hacemos de forma muy superficial. Quien tiene este trono delante de sus ojos, ora en victoria y con la certeza, de que Dios es el Supremo y el Soberano de este universo. Oremos y conozcamos a un Dios así.
Muchos cristianos hoy en día piensan en Jesús en el pesebre. Todo el mundo piensa: „Oh, pobre Jesús“. Pero, en realidad, ¡hoy está en el trono! Él no se quedó en el pesebre, tampoco en la cruz, ni en el sepulcro, ni en la tierra. ¡Él Ascendió a los cielos! ¡Aleluya!
Esta es la perspectiva, que debemos tener hoy. Yo deseo conocer aún más a este Dios, que dirige todo según Su propósito. ¡Necesitamos conocer aún más al que está sentado en el trono! Alabado sea el Padre, Él es digno. Él creó todas las cosas, a través de Su voluntad, las cuales llegaron a existir y fueron creadas „Digno eres Tú, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y la honra y el poder; porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas.“ (Ap. 4:11).